Hay días que me resulta imprescindible hacer un parón general y limitarme a disfrutar de esos escasos y tan ansiados momentos de soledad que parece que nunca llegan. Habitualmente esto sólo puedo hacerlo los fines de semana y, aprovechando que la alergia primaveral no me da tregua, éste ha sido perfecto para encerrarme en casa y hacer algunas de las cosas que tenía pendientes. La primera, organizar mis cuadernos con los montones de ideas sinsentido que voy escribiendo para elaborar futuros proyectos de collage (si, has leído bien, crear collages es otra de mis pasiones y si te apetece echarles un vistazo puedes visitar mi página web oficial www.rocimontoya.com).
Tengo en la cabeza varias series nuevas pero antes necesito darles forma y plantearme cómo puedo desarrollarlas. Así que los bocetos han estado presentes durante este par de días musicalizados por la bonita voz de Buika y he aprovechado también para preparar un yogur orgánico de anacardos que está realmente para morirse de rico y que aún no había podido catar. La elaboración es tan sencilla que no tendrás excusa para intentarlo. Aquí te dejo la receta, a mi me da hado un montón de buen rollo y energía positiva para que la inspiración fluya… feliz día!
INGREDIENTES PARA EL YOGUR
- 200 gr de anacardos crudos remojados durante 8 horas
- 100 ml de agua mineral
- El jugo de medio limón
- 1 cápsula de probióticos (se pueden comprar en herbolarios)
- 1 dátiles medjool para endulzar (opcional)
- Toppings al gusto (cerezas, rodajas de breva, sirope de agave y copos de trigo sarraceno deshidratados)
INSTRUCCIONES
1. Pasado el tiempo necesario para hidratar tus anacardos (déjalos un mínimo de 4 horas, en mi caso han sido 8 para que estén bien tiernos), lávalos bien y deshecha el agua del drenado.2. Coloca los anacardos junto al agua, el jugo de limón y los dátiles en el vaso de la batidora y procésalos todos juntos hasta conseguir una pasta homogénea.
3. A continuación vierte el sobre de probióticos (en polvo), mézclalo todo bien, tapa con un paño y deja que repose durante 10-12 horas. Te aconsejo que metas el yogur resultante en un recipiente de cristal hermético y que lo metas en la nevera si no vas a consumirlo inmediatamente.
4. Sírvelo fresquito y acompáñalo de tus toppings favoritos
2 comentarios
Enhorabuena por tu blog, ¡ya te sigo en todas las RRSS! Las fotos son preciosas y las recetas parecen super riquísimas 🙂
Ayyy mil gracias Aina! Qué ilusión me hacen tus palabras, un abrazo muy fuerte bonita!