Vuelve a acercarse Halloween, esa festividad tan freak y tan divertida que a mí personalmente me encanta. Me pasa algo parecido con la Navidad, que toda la parafernalia estética me parece genial. Cada año en el blog suelo preparar alguna receta monstruosa (en aspecto, que no en sabor, jejejeje) y este año ha tocado preparar una tarta de calabaza y chocolate con forma de telaraña (aka ‘spider pumpkin pie‘), con una masa crujiente super fácil que queda riquísima y una textura esponjosa y muy jugosa para el relleno.
Me he decantado por utilizar la calabaza como ingrediente protagonista, no sólo por ser tan icónica en esta fiesta, también porque tengo una calabaza gigante a la que debía darle salida. Prometo más recetas próximamente con lo que me ha sobrado, ya tengo en mente unas cuantas que creo que te va encantar! Pero por ahora, toma nota de esta delicia dulce si tienes intención de preparar alguna fiesta terrorífica, huhuhuhu…
1. Ponemos la harina y la mantequilla en un procesador de alimentos y procesamos hasta obtener una textura granulada. Añadimos el huevo entero y volvemos a procesar hasta que quede todo ligado. Pasamos la masa a una encimera enharinada, amasamos un poco con las manos y dejamos reposar en la nevera una hora.
2. Mientras haremos el puré de calabaza. Para ello, cortamos en dados 600 gr de calabaza, la rociamos con un poco de jugo de limón y horneamos a 200º 20-25 minutos. Sacamos del horno, batimos y dejamos que enfríe en un recipiente de cristal antes de refrigerar.
3. Colocamos la masa en una encimera sobre un papel vegetal enharinado y aplanamos con un rodillo. Pasamos a un molde circular de 23 cm de diámetro aproximádamente. Cortamos los bordes sobrantes y reservamos para hacer unas mini tartaletas después.
4. Para hacer el relleno batimos el huevo con la nata de almendras, añadimos el puré de calabaza, a continuación la panela, las especias y la harina. Una vez lista, reservamos 250 ml en un recipiente aparte y la mezclamos con el chocolate que habremos derretido previamente. Esta masa de chocolate le metemos dentro de una bolsa de plástico resistente que utilizaremos a modo de manga pastelera.
5. Sacamos el molde con la masa de la nevera y echamos la otra mitad del relleno de color naranja. Repartimos uniformemente.
6. Hacemos un orificio en la bolsa llena de crema de chocolate y dibujamos un remolino desde el centro hacia afuera encima del relleno anterior (ponemos una cantidad mayor en el centro, como se observa en una de las fotos). Después cogemos un palillo y lo vamos arrastrando desde el centro hacia a fuera para conseguir el efecto de tela de araña.
7. Horneamos a 180º durante 25-30 minutos (hasta que el relleno esté firme), para asegurarte de que está hecho, pincha con un palillo, si sale completamente limpio ya tenemos hecha la tarta. Dejamos enfriar antes de desenmoldar y servir, este último punto es súper importante para que la tarta no se rompa cuando la saquemos del molde. Es más, te recomiendo que dejes que enfríe por completo y después refrigeres una noche en la nevera. Te quedará perfecta!
Y como en nuestra casa no se tira nada de comida, con el sobrante de masa que ha quedado después de cortar los bordes crudos en el molde de la tarta, más los restos de la crema de chocolate, he hecho estas mini tartaletas de choco y calabaza, siguiendo el mismo proceso de horneado pero utilizando las cavidades de un molde para muffins ¿no te parecen adorables? Ñaaaaam!
Y por si esto te ha sabido a poco, te dejo las recetas que hice años anteriores, son perfectas para cocinar con niños y pasar un buen rato con ellos.