Volvemos a la carga con los maxi desayunos a base de porridge! Ya empiezan a manifestarse los primeros síntomas de mi alergia primaveral :S Así que en estas fechas intento mantener mi sistema inmunológico fuerte, y una de las maneras más eficientes es empezar el día con energía para afrontar esa desagradable sensación de flojera. Así que ahora estoy manteniendo una rutina mañanera que no me está funcionando nada mal: madrugar y tomar agua tibia con limón en ayunas, beber un vaso de smoothie verde, realizar ejercicio al menos durante 45 minutos, pegarme una ducha y desayunar cosas ricas en abundancia!
INGREDIENTES
- 1 taza de copos de avena suaves integrales
- 4 fresas maduras
- 1 puñado de arándanos frescos
- 2-3 gotas de esencia de vainilla
- 1 taza y media de leche de almendras (o cualquier otra leche al gusto)
- 1 cucharada de sirope de agave o de miel
- 1 cucharada de canela en polvo
- crocanti de nueces pecanas (o cualquier otro fruto seco al gusto)
- 2 onzas de chocolate negro puro sin azúcar
- 1 puñado de bajas de goji
En primer lugar dejaremos hecha nuestra mermelada instantánea de frutos rojos, para ello colocamos en el vaso de la batidora las fresas y los arándanos lavados y las 2-3 gotas de extracto de vainilla. Batimos un par de minutos hasta conseguir un puré espeso y reservamos. Ahora preparamos el resto de toppings (las nueces picadas, el chocolate troceado y las bayas de Goji). Y por último hacemos el porridge: en una cazuela vertimos la leche de almendras y cuando esté caliente agregamos los copos de avena, removemos suavemente 2-3 minutos, hasta que los copos estén blanditos y absorban el líquido. Retiramos del fuego y añadimos la canela y una cucharada generosa de sirope de agave. Mezclamos bien y colocamos nuestras gachas en un plato. Seguidamente añadimos un chorrito de leche fría, nuestro puré de frutos rojos y decoramos con el chocolate, las bayas de Goji y el crocanti de nueces. ¡Salud!
Este desayuno también es perfecto para llevar, de hecho a mi me ha sobrado y lo he guardado en un frasco hermético para comerlo en la oficina, el porridge caliente es una delicia, pero si lo metes unas horas en la nevera y lo consumes frío también está de muerte 🙂