Hace unos días mi madre me pidió que mirara en Internet cuál era la receta clásica para elaborar pimientos del piquillo rellenos. Esta conversación hizo que me entraran unas ganas locas de preparar un plato de pimientos, pero claro, no al modo tradicional. Mirando lo que tenía por casa me he inventado esta receta y la verdad es que el resultado ha sido muy grato 🙂 Estos pimientos rellenos de seitán, mijo, col romanesco y champiñones son muy fáciles de preparar y el contraste de sabores es delicioso. Si quieres cocinar la versión vegana sólo debes sustituir la mozzarella normal por una vegetal y disfrutarás de una comida contundente y muy sabrosa. También puedes hacerlo con pimientos rojos en lugar de verdes y cambiar el mijo por otro cereal como la quinoa, el cuscús o el arroz, las posibilidades son infinitas!
INGREDIENTES
- 4 pimientos verdes
- 1 col romanesco pequeña o media grande
- media cebolla
- 150 gr de seitán natural
- 1 taza de mijo
- 6 champiñones
- 1 taza de salsa de tomate casera (4 tomates maduros, 1 zanahoria, 1 pizca de sal y una cucharada de panela)
- 1 cucharadita de sal del Himalaya
- Pimienta blanca en polvo
- 2 lonchas de queso tipo mozzarella
- Aceite de oliva vírgen extra
- 1 cucharada de orégano silvestre
- 1 puñado de almendras crudas
- vino blanco
En primer lugar dejaremos nuestra salsa de tomate casera preparada si no la tenemos hecha ya. Yo he utilizado 4 tomates maduros pelados, 1 zanahoria en dados muy pequeños, una pizca de sal y una cucharada de panela. Sofreímos los tomates pelados y troceados con una cucharada de aceite de oliva, batimos un poco y agregamos la zanahoria, la sal y la panela. Cocinaremos a fuego muy bajo hasta conseguir una salsa espesa (45 minutos aproximadamente). Reservamos. (Para darle más sabor puedes especiar al gusto tu salsa con las especias que más te gusten).
Lavaremos bien nuestros pimientos, cortamos por el extremo del rabo y eliminamos las pepitas. También trocearemos nuestra col romanesco y cortamos en trozos pequeños. En una fuente de horno ligeramente engrasada colocaremos nuestros pimientos en un lado y la col en otro, rocíaremos unas gotas de aceite con ayuda de una brocha, salpimentamos y horneamos a 130º unos 15 minutos. Los pimientos deben estar hechos, pero no en exceso porque si no te resultará muy complicado insertar el relleno, es mejor que estén “al dente”. Yo los he horneado demasiado y me las he visto canutas para que no se rompan, jejeje… La otra opción es rellenar tus pimientos en crudo y hornearlos después, es más cómodo, pero como a mi me gusta complicarme la vida lo he hecho a la inversa! Retiramos del horno y dejamos enfriar. Cuando los pimientos enfríen te aconsejo que retires el exceso de aceite con un paño limpio o papel absorbente.
En una cazuela con 250 ml de agua y una pizca de sal cocemos el mijo (unos 100 gr) durante 20 minutos. Retiramos del fuego, escurrimos bien y reservamos. Ahora sofreímos la cebolla picada con una cucharada de aceite de oliva, cuando esté ligeramente dorada añadimos el seitán en dados, los champiñones y la col romanesco horneada, volvemos a salpimentar y dejamos a fuego bajo hasta que el champiñón esté blando, a mitad de este proceso añadiremos un chorro de vino blanco. Una vez hecho nuestro sofrito incorporamos a la misma sartén el mijo y la salsa de tomate (reservaremos un poco de salsa de tomate para el final) y mezclamos suavemente a fuego muy bajo. Retiramos del fuego y ya tenemos listo nuestro relleno. Ahora iremos introduciendo con cuidado el relleno en el interior de los pimientos. A mi me ha sobrado bastante relleno, pero puedes comerlo como plato principal sin los pimientos y está igualmente delicioso.