Estamos en otoño y las mandarinas llenan de vida los cajones de nuestros frigoríficos, hace unos días compré un par de kilos en un mercado de productores y el sabor es perfecto, dulces pero con un regustillo ácido que me encanta 😀 Las mermeladas caseras no suelen faltar en mis desayunos, son perfectas para acompañar con pan tostado, yogures, bizcochos… y mucho más sanas y naturales que las industriales. El proceso es bastante sencillo y si te ocurre como a mi (que vas comiéndotela según la preparas) no necesitas esterilizar los frascos donde las conserves porque aguantan perfectamente varias semanas. Así que ya que tenía estas lustrosas mandarinas me he puesto manos a la obra.
Yo no consumo azúcar normalmente, así que quizás te falte dulce en mi versión, puedes añadir más o menos al gusto, aunque con esta fruta, que amarga tanto durante la cocción, he usado bastante más endulzante del habitual. Eso sí, esta mermelada tiene un toque amargo, es leve pero lo tiene. Solo necesitas unas buenas mandarinas (lo más dulces posibles), limón, azúcar moreno o panela, miel y agua.
INGREDIENTES (PARA 1 BOTE)
- 8 mandarinas
- 1 limón
- 150 gr de azúcar moreno ecológico
- 4 cucharadas soperas de miel
Pela las mandarinas y desgájalas intentando eliminar la mayor parte posible de albedo (el albedo es la membrana blanca que cubre la fruta bajo la cáscara y que tiene un sabor bastante amargo). Si los gajos tienen granos ábrelos y quitaselos.
Vuelca en una cazuela todos los gajos de mandarina y el jugo del limón sin pepitas, machacalos con un mortero y cocina a fuego lento. Cuando la fruta suelte todo su jugo incorpora el azúcar, la miel y media taza de agua y sigue cocinando al menos 30 minutos, ves removiendo y probando para comprobar si necesita más endulzante. Yo lo mantuve al fuego 45 minutos.
Prepara un frasco de cristal limpio, vuelca el contenido caliente, cierra el frasco y colócalo boca abajo. Deja reposar unas horas hasta que enfríe la mermelada y ya la tendrás lista para consumir!
*Si quieres hacer más cantidad debes esterilizar los botes correctamente, es un proceso delicado, yo normalmente no lo hago porque prefiero hacer menos cantidad y consumirla en las siguientes semanas. Aquí te dejo un enlace muy completo de como esterilizar tus frascos para conservas.