Hoy es viernes y eso hay que celebralo! Al menos yo hoy si, que voy a salir bien tempranito de la redacción y voy a empezar el fin de semana mucho antes de lo habitual, jejejeje… Y no sé vosotros, pero a mi no se me ocurre mejor manera para darle la bienvenida que con un buen plato de estos increíbles mac and cheese veganos, buahhh están taaaan ricos que vas a querer repetir varias veces.
Esta versión de los clásicos macarrones con queso ha sido todo un descubrimiento, el sabor es delicioso, la textura super cremosa y lo mejor de todo es que la sensación después de comer no es, ni de lejos, tan pesada como la que te dejan los tradicionales. Además ahora me he hecho muy fan del crispy tofu, os prometo que es adictivo y le va como anillo al dedo a la receta. Si también sois adictos a la pasta y queréis descubrir alternativas más ligeras y saludables, la propuesta de hoy os va a emocionar, no os la perdáis! Porque lo bueno si es fácil, es más guay jejeje…
INGREDIENTES PARA LA SALSA (4 RACIONES)
- 2 cup de calabaza en dados al vapor
- 1 cup de anacardos crudos e hidratados
- 250 ml de leche de avena
- 1 diente de ajo grande
- 2 cucharadas de cebolla en polvo
- 1/2 cup de levadura nutricional
- El jugo de medio limón
- Sal y pimienta al gusto
- 1 cucharadita de nuez moscada en polvo
- 300 gr de plumas de pasta orgánicas o “macaroni”
INGREDIENTES PARA EL CRISPY TOFU
- 250 gr de tofu natural o ahumado
- 50 ml de salsa de soja clara
- 50 cl de sirope de agave o de arce
- 1 cucharada generosa de pimentón de La Vera
- 1 cucharadita de aceite de oliva vírgen extra
- 1 pizca de sal rosa del Himalaya
- Si utilizas el tofu natural puedes añadir una cucharadita de humo líquido o en polvo para darle sabor ahumado
INSTRUCCIONES
1. Primero vamos a preparar el crispy tofu ahumado (también conocido como “bacon tofu“), así lo dejamos listo mientras cocinamos el resto ya que se puede consumir a modo de topping frío. Puedes hacer cantidad, guardarlo en un bote de cristal y utilizarlo para aderezar diferentes platos ¿no te parece genial? Para ello, desmenuzamos el tofu y añadimos todos los ingredientes mencionados más arriba en un cuenco hasta que quede bien impregnado (es importante intentar que los grumos de tofu queden más o menos del mismo grosor para que todos se hagan por igual, si dejas unos más grandes o más pequeños, se te van a chamuscar por partes si los quieres doraditos. Esto es justo lo que me ha pasado a mi, por eso mi recomendación es triturar el tofu en picadora para que quede uniforme).
3. Retiramos del horno, dejamos que temple, lo guardamos en un frasco de cristal hermético y reservamos.
5. Pelamos y troceamos la calabaza, la cortamos en dados y la cocinamos al vapor hasta que esté blandita.
6. Una vez hecha la calabaza, colocamos todos los ingredientes para la crema indicados más arriba (menos las plumas de pasta) en el vaso de la batidora o en un procesador de alimentos y batimos hasta conseguir una crema densa. Ves probando para comprobar si necesita más sal y/o especias y, si te queda muy espesa, rebaja con un poco más de leche (si te queda muy líquida puedes añadir más levadura nutricional o un poco más de calabaza si te ha sobrado).
8. Escurrimos la pasta y la volvemos a vertir en la misma cazuela junto a la crema. Mezclamos bien para que se integre todo y salpimentamos de nuevo si fuera necesario.