¡Hola hola caracola! ¿Cómo estás? Hacía ya bastante tiempo que no publicaba receta y me parecía una idea genial inaugurar la temporada estival con esta granola de cúrcuma, chocolate y toque de tahini. Ya sabes que soy adicta a los porridge mañaneros pero en mi Madrid hace tanto calor cuando llega el verano, que los desayunos calientes no apetecen nada. La granola, sin embargo, es una alternativa estupenda para seguir consumiendo nuestros queridos copos de avena en versión crunchy, perfecta para acompañar con yogures, smoothie bowls, pudin de chia o con cualquier otra cosa que se ocurra, como si quieres zampártela a cucharadas, te prometo que esta versión es espectacular.
Después de haber realizado muchas versiones distintas a lo largo de varios años, creo que esta receta es mi favorita. Es sencilla, lleva pocos ingredientes, es muy aromática y la textura me parece irresistible. El truco para que una granola quede con esa mezcla entre los copos tan característica es que la solución líquida que usemos para ligar los copos tenga una consistencia cremosa y no demasiado aguada. De esta manera, los copos no se reblandecen en exceso y conseguiremos esos ‘pegotitos’ que nos hacen perder la cabeza, mmmmmm… Ahí va la receta!
En un cuenco amplio colocamos los copos de avena junto con el azúcar, las especias y la sal. Mezclamos y reservamos. Repartimos en una bandeja de horno forrada con papel vegetal y horneamos a 170 grados 20 minutos. A los diez minutos revolvemos la avena para que se cocine bien por todas partes. Sacamos del horno y añadimos las avellanas y el chocolate (ambas cosas picadas). Con una cuchara de madera repartimos bien el chocolate que se irá fundiendo con el calor de la granola recién hecha. Dejamos que enfríe completamente y guardamos en un bote de cristal. En verano recomiendo conservarlo en la nevera para que el chocolate no se derrita. Consume en los siguientes 20 días (aunque aguante bien más tiempo).INGREDIENTES
INSTRUCCIONES
En una cazuela a fuego bajo calentamos el aceite de coco y mezclamos con el tahini, el agua y la crema de cacahuete hasta obtener una mezcla homogénea y semi líquida. Vertemos esta mezcla en el cuenco con los copos de avena y ligamos todo con las manos bien limpias.
En otro orden de cosas, seguimos adecuándonos a la ‘nueva normalidad’ (término que me parece muy extraño y que, reconozco, no me gusta nada). Mis rutinas no han variado demasiado con la pandemia puesto que trabajo en casa y prácticamente he seguido realizando las mismas actividades todo este tiempo, así que en ese sentido no lo he notado demasiado. Ya han pasado bastantes semanas del aislamiento puro y duro y todo parece volver un poco a su forma. He podido ver a mis hermanos y a bastantes amigos, aunque aún no he podido ir a visitar a mis padres a Gredos, pero todo llegará! Por el momento sigo muy centrada con mis proyectos artísticos, dibujando y creando mucho, que no es poco.
Y además ahora me he hecho bastante fan de este smoothie de piña y hierbabuena que te muestro en la imagen de arriba. Lo compartí hace unos días en mi cuenta de Instagram y es pura delicia. Perfecto para estos días calurosos que se avecinan. Suelo preparar smoothies prácticamente todos los días y este se ha convertido en uno de mis básicos. Toma nota:
- 150 gr de piña fresca o congelada en daditos
- 1 puñado de hierbabuena fresca (unos 50 gr)
- 4 cucharadas de yogur a tu elección
- 200 ml de bebida vegetal
Procesamos todo en la batidora de vaso y listo. Sirve bien fresquito o con un poco de hielo.
Y ya para terminar, no quería marcharme sin dejarte una nueva playlist con canciones bellas para escuchar este verano. Otro de mis recopilatorios de canciones favoritas, espero que te guste.
ESCUCHAR PLAYLIST ‘SUNSHINE IN THE GARDEN’
… Y recuerda, seguimos teniendo nuestros ebooks en oferta, échale un vistazo a la tienda. Feliz día!