Se acerca Halloween amigos! Y a mi me encanta este día y toda la parafernalia estética que conlleva (bueno toda no, hay algunos rituales que me resultan un poco horteras, pero la parte más freak de esta fiesta me parece sencillamente genial). Y para celebrarlo a mi manera, he preparado estas galletas con caras, que lo sé, mucho miedo no dan, más bien provocan risa, pero me han parecido tan simpáticas y adorables que he decidido bautizarlas como mis galletas de Halloween.
Están inspiradas en todas aquellas almas atrapadas en algún lugar sin nombre, que vagan por el micro cosmos sin pena ni gloria y en la más absoluta decadencia (yo, en estos tiempos de crisis que corren, me siento totalmente así en algunas ocasiones). He intentado darles un toque lo más creepy posible, pero creo que para la próxima puedo obtener resultados más escalofriantes, porque os aseguro que me ha dado mucha penita incarles el diente a estas caritas haciendo pucheros jajajaja.
Son muy fáciles si además tenemos en cuenta que no queremos conseguir unas galletas perfectas si no más bien deformes y con un acabado tosco, la hornada no dura más de diez minutos y el sabor es delicioso. Eso sí, prepáralas un día que te sientas inspirado porque te van a salir unas cuantas caras que deben ser únicas e irrepetibles, pero te lo vas a pasar genial, te lo aseguro!
INGREDIENTES PARA 22 GALLETAS
- 200 gr de harina de espelta integral
- 100 gr de harina de almendra
- 170 gr de mezcla de panela
- 120 gr de manteca de coco (o mantequilla/margarina)
- 1 huevo ecológico
- 1 pizca de sal del Himalaya
- 1 cucharada de canela en polvo
- 1 cucharada de nuez moscada rallada
- 1 rodaja de jengibre rallado
- 1/2 cucharada de bicarbonato
- 2-3 onzas de chocolate puro sin azúcar para fundir con un 70% de cacao mínimo
- semillas de chia, sésamo y almendras crudas picadas para decorar
INSTRUCCIONES
1. En un bol mezclamos las harinas tamizadas con el bicarbonato, la panela, la sal y las especias.
2. Batimos el huevo previamente y lo echamos al bol. Mezclamos bien y a continuación agregamos la manteca pomada y el jengibre rallado. Batimos con barillas hasta conseguir una mezcla homogenea y refrigeramos durante 20-30 minutos. La masa debe quedar pastosa y moldeable, que no se quede pegada en las manos. Si no está lo suficientemente dura añade más harina de almendra.
3. Colocamos la masa refrigerada en una encimera limpia y amasamos con rodillo hasta que tenga una altura de 5 mm aprox. Con un cortador de galletas o un vaso pequeño (yo he utilizado un vaso de chupito) le damos forma circular a las galletas y las vamos pasando a una bandeja apta para horno previamente forrada con papel vegetal.
4. Precalienta el horno a 130-150º (dependerá de la potencia de tu horno). Deformamos un poco cada círculo de masa para que no sea perfecto y vamos haciendo surcos con ayuda de un palillo, pajita, tenedor (lo que tengas a mano) para ir creando caritas. Este paso es personal y el resultado final dependerá de la imaginación desbordante que quieras echarle. Puedes rellenar los surcos con chocolate derretido, añadir semillas de sésamo, pipas y cualquier topping que se te ocurra para darles un toque más creativo.
5. Hornea durante 10-12 minutos, pasado este tiempo retira y deja que enfríen sobre una rejilla.
6. Después del horneado he mojado algunas galletas en chocolate derretido por los laterales y dejado que el chocolate solidifique.
7. Una vez listas, guarda tus galletas en un frasco hermético a temperatura ambiente (o en la nevera si has utilizado mucho chocolate) y consume en los siguientes 7-8 días. Salud!!!