Cómo me gusta cuando de la cocina fluyen olores deliciosos a comida recién hecha que acaban colándose por todos los rincones de la casa mmmmmm, es de esos pequeños pero inmensos placeres de la vida ¿no te parece? Ésta es una de las cosas que me hacen sentirme en “el hogar”, igual que cuando vivía en casa con mi madre y con mi abuela y se ponían a trajinar con las comidas del día.
INGREDIENTES
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1 1/4 taza de copos de avena (yo utilizo los cazos medidores americanos. 1 taza = 250 ml)
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1/2 taza de harina de coco o cualquier otra al gusto
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2 cucharaditas de levadura en polvo
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2 cucharaditas de canela molida
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1/4 cucharadita de nuez moscada
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1 pizca de sal
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1/4 de taza de aceite de coco derretida
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2 huevos
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2 cucharaditas de extracto de vainilla
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1/2 taza de jarabe de arce (u otro endulzante líquido al gusto, tipo sirope de agave o miel)
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1 taza de pulpa de zanahoria
- coco rallado, almendras crudas laminadas, pipas de calabaza y avellanas tostadas para decorar
INSTRUCCIONES
1. En un recipiente amplio mezclamos los ingredientes secos.
2. En otro recipiente batimos los ingredientes húmedos menos la zanahoria.
3. Pasamos los ingredientes húmedos al bol de los secos y comenzamos a mezclar con ayuda de una espátula.
5. Refrigeramos la masa en la nevera durante 30 minutos.
6. Precalentamos el horno a 150º con calor por arriba y abajo.
7. Forramos una bandeja con papel de hornear y vamos colocando porciones de masa sobre el papel. Utiliza una cuchara o cacillo para que las porciones sean similares. Para que te hagas una idea yo las he moldeado cogiendo una pelota del tamaño de una nuez.
9. Sacamos del horno y dejamos enfríar en una rejilla. Si no vas a consumirlas todas al momento, guarda tus galletas en un recipiente hermético y conserva a temperatura ambiente.