Andaba yo con ganas de hacer unas galletas jengibre y canela y ayer, buscando unos moldes de hombrecitos de jengibre, sólo encontré unos bonitos corazones. Así que los compré y me puse manos a la obra en la cocina. Esta receta es super sencilla, con las cantidades que muestro más abajo obtendremos una cantidad generosa de galletas que además de fáciles están riquísimas. Como el chocolate es una de mis adicciones irremediables no podía faltar en esta versión amorosa de los “ginger man” pero puedes decorarlas con cualquier otro ingrediente al gusto o dejarlas simplemente con el horneado, que están igualmente deliciosas.
INGREDIENTES PARA 35 GALLETAS (APROX)
- 260 gr de harina
- 100 gr de mezcla de azúcar moreno y panela
- 250 gr de manteca de coco (o mantequilla/margarina)
- 1 huevo ecológico
- 1 pizca de sal del Himalaya
- 1 cucharada de canela en polvo
- 1 cucharada de jengibre en polvo
- 1 cucharada de bicarbonato
- 4-5 onzas de chocolate puro sin azúcar para fundir con un 70% de cacao mínimo
En primer lugar vertimos en un bol la harina tamizada con el bicarbonato, el azúcar, la canela, el jengibre y la sal. Mezclamos bien. En otro recipiente batimos el huevo y lo incorporamos al resto de ingredientes, removemos. Por último agregamos la manteca pomada y, con ayuda de una batidora de mano, batimos hasta conseguir una pasta homogénea y compacta. No debe quedar muy dura pero tampoco muy blanda. Debe ser fácilmente moldeable y que no se nos quede pegada en las manos.
Esta masa la depositamos en una encimera limpia y previamente enharinada y comenzamos a amasar con el rodillo de madera hasta que nos quede con una altura similar por todas partes (unos 5mm de alto aprox). Para mi comodidad yo he preferido dividir la masa en dos partes y moldearla en dos tandas. Cuando tengamos la masa lisa cogemos nuestros moldes (si no tienes moldes puedes hacer tus galletas circulares utilizando un vaso) y empezamos a darles forma. Despégalas con cuidado de la encimera y ves colocándolas en una bandeja apta para el horno forrada con papel vegetal. Precalienta el horno a 170º con calor por arriba y abajo.Coge el sobrante y vuelve a amasar para intentar aprovechar toda la masa. Hornea durante 10 minutos, retira del horno y deja que enfríen sobre una rejilla. (Los tiempos son orientativos porque cada horno es un mundo, cuando empiecen a dorarse sácalas, no las dejes demasiado tiempo porque en cuestión de segundos empiezan a quemarse).
Cuando estén frías vamos a comenzar a decorarlas. Calienta las onzas de chocolate al baño María (o en el microondas, con mucho cuidado de que no se queme el chocolate). Remueve bien con una cucharilla y deja que temple un poco.
Decora tus galletas al gusto sobre una bandeja (yo he utilizado chocolate, en algunas he añadido un poco de coco rallado y otras las he dejado tal cual). Cuando las hayas dejado preciosas y divinas de la muerte mételas en la nevera al menos una hora (hasta que el chocolate solidifique). Sácalas del horno y ya están listas para arrasar con ellas! Para que aguanten mejor mételas en un recipiente hermético.
2 comentarios
Estupendas, te han quedado geniales. Me encantan este tipo de galletas especiadas, y tu blog 😉 Un abrazo
Muchas gracias Ernestina! Otro abrazo grande para tí!