Como todavía es temporada de naranja sanguina (aunque lamentablemente ya le queda el canto de un duro para que termine), me he animado a preparar un dulce de origen fránces que tenía yo ganas de catar, así que la propuesta de hoy es una galette de ciruelas y naranja sanguina con compota de plátano y manzana. Se trata de una torta redonda de masa con el relleno que le queramos poner, totalmente al gusto, así que las variaciones son infinitas.
La elaboración es muy sencilla, al menos en este caso en el que he utilizado una lámina de masa de hojaldre bio ya comprada, pero tengo que reconocer que, aunque ha quedado muy rica, me he quedado con el gusanillo de hacer la masa casera y además utilizarla quebrada y no de hojaldre, creo que me habría gustado más. Así que con estas reflexiones me queda pendiente preparar una segunda versión, que ya la tengo en ente (jejeje). Eso sí, os recomiendo que le deis una oportunidad a esta porque también está muy rica, es ligera y se hace en un periquete.
La receta completa la tienes disponible en la web de CREATION MAG.