En mi última visita a Madrid Productores compré un par de vegetales que me cuesta encontrar en otros mercados: la col Kale y las zanahorias moradas. La col kale es una variedad de la col rizada muy baja en calorías, es una gran fuente de fibra y calcio, y contiene muchos macronutrientes y antioxidantes (entre otras muchas cosas). Sus hojas son muy carnosas y perfectas para ensaladas, aunque también se pueden cocinar hervidas, al horno, rehogadas, etc. Las zanahorias moradas son geniales, según estudios parece que sus propiedades se multiplican por veinte en comparación con la variedad de las zanahorias naranjas. Su sabor es un poco más amargo, a mi me recuerda muchísimo al de las remolachas crudas.
Y con este par de adquisiciones he hecho una ensalada muy sencilla pero diferente a las que acostumbro, con un contraste suave de sabores y una mezcla genial entre frío y caliente. La batata o boniato es otro de mis ingredientes predilectos, y hoy hace las delicias de esta ensalada añadiendo el toque caliente, teñida de un magenta oscuro intenso por la zanahoria morada. Para elaborarla necesitarás col kale, quinoa orgánica, boniato, zanahoria y aguacate. La mezcla de sabores es deliciosa y aunque es un plato bajo en calorías, la batata y la quinoa le aportan una consistencia perfecta para consumirla como plato principal del día.
INGREDIENTES PARA 2 RACIONES
- 2 Hojas de col kale
- 1 zanahoria morada
- 1 zanahoria naranja
- 1 boniato pequeño
- Medio aguacate
- 1 vaso de quinoa
- 2 vasos de caldo de verduras
- 1 cucharada de pimentón de la vera
- Medio limón
- Sal
- Pimienta blanca en polvo
- Comino en polvo
- Aceite de oliva vírgen extra
- Queso de cabra o queso feta para decorar
En primer lugar cuece una medida de quinoa con dos medidas de caldo casero de verduras (puedes utilizar agua, yo he usado caldo para que quede más sabrosa) y una pizca de sal al gusto durante 20 minutos. La quinoa se debe lavar bien previamente antes de cocerla, este paso es importante porque puede contener agentes tóxicos (saponina). Para ello yo normalmente coloco los granos en un colador de agujero pequeño y la lavo con agua fría varias veces, pero si quieres hacer un lavado riguroso te dejo un link donde explican genial este proceso. Cuando esté cocida escurre si fuera necesario y reserva.
Por otro lado, pela y trocea en dados el boniato y las zanahorias (las zanahorias córtalas en tiras). En una cazuela con 2-3 cucharadas de aceite de oliva, vierte el boniato y añade comino, sal y pimienta al gusto. Dora en la sartén por ambas caras hasta que adquieran un tono tostado e incorpora las zanahorias, cocina a fuego medio durante 3-4 minutos, retira del fuego y espolvorea el pimentón, remueve bien los ingredientes y vuelve a poner la cazuela al fuego. En este momento vierte un vaso de agua sobre las verduras y deja a fuego hasta que el agua reduzca. Reserva.
En un vaso de batidora coloca el aguacate, un chorro de limón, sal, pimienta y medio diente de ajo. Bátelo todo hasta conseguir una salsa cremosa. Lava bien las hojas de kale, córtalas en trozos pequeños y alíñalas con el jugo de medio limón, 1 cucharada de aceite de oliva y sal (yo las he impregnado de aliño con las manos bien limpias pero si no te gusta cocinar con las manos puedes meter la col en un tupper con el aliño, cerrar el recipiente y agitar hasta conseguir que se mezcle todo bien). Con todos nuestros ingredientes listos solo nos queda emplatar. Utiliza un par de boles individuales y coloca cada cosa por separado (la col, la quinoa y el boniato con las zanahorias regohagas). Añade un par de cucharadas de crema de aguacate y queso de cabra en grumos (o queso feta) y listo! Una vez en la mesa mezcla bien todos los ingredientes y a disfrutar!