Las croquetas caseras son mi perdición, podría comerme una fuente entera en un abrir y cerrar de ojos… Estas bolitas rellenas pueden ser el aperitivo perfecto o un plato principal si las acompañamos con alguna guarnición. Y si estás acostumbrado a comerlas con la bechamel tradicional y te apetece probar otros sabores y texturas, no puedes perderte estas croquetas de boniato, puerro y parmesano. Para hacerlas necesitamos poquísimos ingredientes y el sabor queda espectacular. Además, si quieres veganizar el plato puedes omitir el queso o sustituirlo por otros ingredientes como tomate seco picadito o unas setas y el resultado también quedará delicioso.
El boniato asado le aporta un toque intenso y sabroso, pero también podrías hacerlo con el boniato cocido. Por otro lado, la base es perfectamente versionable con calabaza o con patata, por si te apetece experimentar con diferentes vegetales.
Si eres un experto croquetero ya me dirás que te parece esta versión, a mi me encanta y lo mejor de todo es que podemos preparar cantidad, congelar y tener una buena reserva para varias veces. Por lo que también es una receta de batch cooking ideal de cara a la temporada otoñal. En esta ocasión yo las he hecho en sartén porque me apetecía obtener el resultado típico croquetil, pero si quieres restarles calorías el horno es una excelente opción. ¿Te animas a probarlas?
INGREDIENTES
- 1 boniato grande
- 2 puerros
- 2-3 onzas de queso parmesano
- sal y pimienta al gusto
- 1 cucharadita de ajo en polvo
- pan rallado
- huevo/bebida vegetal o agua
INSTRUCCIONES
1. Pelamos y cortamos el boniato en dados, lo salpimentamos y lo regamos con un poco de aceite de oliva. Mezclamos bien y horneamos a 170º unos 20 minutos (hasta que empiece a dorarse). Retiramos del horno y dejamos enfríar.
2. Cortamos, picamos y lavamos muy bien los puerros. Los doramos en una sartén y también dejamos que enfríen.
3. En un cuenco colocamos el boniato y el puerro y pisamos bien con un tenedor. A continuación añadimos el queso parmesano rallado, un poco de ajo en polvo y más sal y pimienta si fuese necesario.
4. Repartimos esta masa en una bandeja y la refrigeramos al menos un par de horas (lo ideal es toda la noche).
5. Formamos bolitas del tamaño de una nuez que pasaremos por huevo batido (también puedes usar leche vegetal o agua) y después las rebozamos con pan rallado. Podemos repetir proceso un par de veces si queremos conseguir un rebozado extra crujiente.
6. Freímos en una sartén con aceite de oliva abundante muy caliente hasta que empiecen a dorarse.
7. Colocamos las croquetas en un plato con papel absorbente para eliminar el exceso de aceite y listo!
8. Puedes comer solas o dippear con tu salsa favorita, yo he utilizado una salsa cruda de tomate, ajo, aceite de oliva y pimentón.