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COOKIES DE CALABAZA CON CHIPS DE CHOCOLATE

Un otoño sin galletas es como un jardín sin flores ¿o no? Y ahora que las calabazas se encuentran en su máximo esplendor, hay que aprovechar y comprarlas de temporada (que además están muy bien de precio) porque son super versátiles y con ellas vas a poder realizar infinidad de platos, dulces y salados. Hoy voy a enseñarte a preparar unas tremendísimas cookies de calabaza con chips de chocolate, se trata una versión vegana y saludable de las galletas clásicas que estoy segura de que te va a enamorar. Son muy sencillas de elaborar, especiadas y con una consistencia semi-dura (o semi-blanda) riquísima.

Una de las cosas que más me gustan de esta receta es que lleva poco endulzante y poca grasa (margarina bio en mi caso)  y que le vamos a poner una cantidad generosa de puré casero de calabaza para darle ese toque dulce, y especias ricas ricas para aromatizar las galletas. En cuanto a la elección de la harina, yo he usado de trigo sarraceno, pero puedes cambiarla por trigo o espelta por ejemplo, y con el endulzante igual (mientras sea líquido, puedes sustituir por sirope de agave, stevia líquida o miel si no eres vegano). Si consumes lácteos, la mantequilla también puede ser sustituto de la margarina o la manteca de coco.

INGREDIENTES SECOS (PARA 20 COOKIES)

INGREDIENTES HÚMEDOS

INSTRUCCIONES

1. Lo primero que debemos hacer es el puré de calabaza. Para que se haga rápido yo he cortado un trozo de calabaza en dados pequeñitos sin piel y lo he horneado a 200º unos 20 minutos. Retiramos del horno, dejamos que temple un pelín y lo pasamos por el procesador de alimentos hasta obtener un puré. Picamos también el chocolate con cuchillo o en picadora (eso si no has comprado chips), una vez picado, yo guardo los tropezones en un recipiente en el congelador para que estén bien fríos cuando mezclemos con la masa. Reservamos.
2. En un bol mezclamos los ingredientes secos (menos el azúcar y el chocolate) y reservamos.
3. En otro bol batimos con unas varillas el azúcar con el sirope y la manteca (que debe estar blandita pero no derretida), durante unos minutos hasta que todo esté bien integrado. A continuación añadimos el puré de calabaza y la esencia de vainilla y batimos un poco más, pero sólo un poco.
4. Ahora volcamos los ingredientes secos en el bol de los húmedos y mezclamos suavemente con movimientos envolventes (a partir de aquí he mezclado con cuchara de madera). Agregamos los tropezones de chocolate y refrigeramos la masa en la nevera entre 1-2 horas para que coja cuerpo.
5. Pasado este tiempo, sacamos la masa de la nevera, precalentamos el horno entre 160º-180ª con calor por arriba y abajo y vamos formando pelotas de masa que iremos colocando en una bandeja de horno engrasada o forrada con papel vegetal. Las pelotas debemos colocarlas de manera espaciada porque en le horno aumentan su tamaño (aunque no demasiado) y podemos correr el riesgo de que se peguen unas con otras. Antes de hornear las aplastamos un poquito para que tengan forma de galleta gruesa.
6. Horneamos unos 12-13 minutos (hasta que empiecen a dorarse ligeramente), sacamos del horno y dejamos que templen en una rejilla.
7. Una vez frías las guardamos en un tarro de cristal o recipiente hermético y las dejamos a temperatura ambiente o en la nevera. Aguantan perfectas 5-6 días.