Me encanta la pasta en prácticamente todas sus variantes. Hace unos días compré unos macarrones caseros hechos por los chicos de “Trigo Limpio” y hoy me los he zampado con una salsa de tomate super rápida. Ésta es una de esas recetas que puedes preparar fácilmente en 30 minutos, tiene un contraste de sabores muy interesante y además es apta para veganos.
INGREDIENTES PARA 2 PERSONAS
- 250 gr de pasta
- 4 tomates maduros
- 1 taza de aceitunas verdes deshuesadas
- 2 rodajas de jengibre fresco
- 1 cebolla
- 2 dientes de ajo
- 1 taza de cacahuetes crudos
- 1 cucharada de semillas de amapola
- 1 cucharada de curcuma en polvo
- 1 cucharada de orégano silvestre
- 1 puñado de hojas de albahaca fresca
- Sal y pimienta
- Nuez moscada en polvo
- 1 hoja de laurel
- Media taza de vino tinto
- Aceite de oliva vírgen extra
INSTRUCCIONES
En primer lugar prepara tus ingredientes para empezar con el sofrito. Pela la cebolla y los ajos y pícalos finamente, corta en rodajas las aceitunas y los tomates bien lavados y sin pelar en cuartos (esto es al gusto, si prefieres puedes pelarlos, a mi me gusta comerlos con piel, no me molesta en guisos y aprovecho todas sus propiedades. Eso si, intenta comprarlos ecológicos y libres de químicos y lávalos a conciencia), reserva.
En una bandeja de horno esparce los cacahuetes crudos sin cáscara y dóralos durante 5-7 minutos a 180º o hasta que adquieran un tono tostado, pero ten cuidado de que no se te quemen. Una vez horneados sácalos del horno y deja que enfríen un poco. Reserva.Ahora vamos a empezar a cocinar nuestro plato e iremos cociendo la pasta a la par que hacemos el sofrito. En una sartén con 2 cucharadas de aceite de oliva, pocha la cebolla hasta que esté blanda, incorpora después las rodajas de jengibre picadas (yo las he picado con un rallador) y a continuación los ajos. Una vez pochado todo, vierte las aceitunas y los cacahuetes tostados. Remueve durante 2-3 minutos y salpimenta. Vierte el vino tinto y deja a fuego hasta que reduzca. Ahora echa los tomates troceados y aplástalos bien con ayuda de un mortero. Espolvorea una cucharada de curcuma, orégano y las hojas de albahaca y sigue cocinando hasta que los tomates suelten todo su jugo y la carne se convierta en salsa. Añade la cucharada de semillas de amapola y vuelve a salpimentar si es necesario, deja a fuego bajo unos minutos y reserva con la sartén cubierta.Cuando tu sofrito esté cocinándose (más o menos a la mitad del proceso, es decir, cuando incorporas los tomates a las sartén) pon una cazuela con agua, cuando rompa a hervir añade una hoja de laurel, un chorrito de aceite de oliva, sal y pimienta al gusto y vierte la pasta, déjala cocinar durante 10-15 minutos (dependerá del tipo de pasta que uses, pero lo ideal es que quede “al dente”, es decir, hecha pero un pelín dura).Una vez cocida escúrrela y en un recipiente amplio mézclala bien con una cucharada pequeña de aceite de oliva, sal y pimienta y una pizca de nuez moscada (este paso debes hacerlo justo antes de servir con la pasta recién escurrida, para que no se quede fría).Sirve tu salsa caliente sobre una cama de pasta y listo! Puedes decorar con un poco más de orégano y acompañar con algún queso tipo parmesano si no eres vegano. Salud!